Semana 9

Semana 9

Esta semana, tu bebé está ocupado desarrollando músculos, células cerebrales y su sistema nervioso. Comienza a mover codos y articulaciones, aunque aún no podrás sentirlo.

Pequeños movimientos

Esta semana, tu bebé se concentra en desarrollar músculos, células cerebrales y el sistema nervioso. Comienza a mover los codos y las articulaciones en pequeños impulsos, aunque aún no podrás sentir nada. Durante la semana 9, tu útero crece lo suficiente para llenar la pelvis y tiene el tamaño de una toronja o naranja pequeña; quizás ya notes que tus vaqueros favoritos están más ajustados.

Al final de la semana 9, tu bebé medirá alrededor de 4 cm, aproximadamente del tamaño de una pelota de golf, y pesará unos 10 gramos. 🏌

Aumento del flujo sanguíneo

Como mencionamos en la semana 8, el volumen de sangre en tu cuerpo aumenta durante el embarazo. Puedes notar que tus encías sangran al cepillarte o que eres más propensa a los sangrados nasales. ¡Los estudios muestran que el volumen de sangre en una mujer embarazada puede aumentar entre un 40-50%! Increíble, ¿verdad?

Este incremento es beneficioso para el útero y el bebé, pero trae algunos efectos secundarios para ti. Además de las encías y los sangrados nasales, podrías experimentar hinchazón en las extremidades (principalmente en pies y tobillos, aunque también en el rostro) y un aumento de la temperatura corporal, ya que el flujo sanguíneo adicional acelera el metabolismo y genera más calor corporal. Por otro lado, esta cantidad extra de sangre probablemente sea la responsable del famoso “brillo del embarazo”.

A partir de la próxima semana, deberías comenzar a tomar suplementos de hierro prenatal, que ayudarán a tu cuerpo a enfrentar el aumento de sangre. Consulta la cantidad correcta con tu médico o matrona; si te sientes mareada o débil, podrías necesitar más miligramos de hierro.

 

Consultas médicas y ecografías

Si aún no has llamado a tu médico para informarle sobre tu embarazo, este es el momento de hacerlo para agendar tu primera consulta. Durante el embarazo, se te ofrecen varias ecografías y exámenes; una de las primeras ecografías importantes es la de translucencia nucal, que puede realizarse entre las semanas 11 y 14.

Esta ecografía es voluntaria y se utiliza para detectar anomalías cromosómicas en el feto, que pueden dar lugar a condiciones como el síndrome de Down. No es un test definitivo; recibirás un resultado de bajo o alto riesgo. Si resulta de alto riesgo, puedes realizarte otras pruebas más precisas para obtener una respuesta definitiva. El riesgo de anomalías cromosómicas aumenta con la edad, aunque puede ocurrir a mujeres de cualquier edad, por lo que el cribado está disponible para todas.

Es natural sentirse ansiosa, pero no te preocupes en exceso. Puede ser útil hablar ahora con tu pareja sobre esta ecografía y sobre cómo actuarían si el resultado indicara anomalías cromosómicas.

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